viernes, 13 de noviembre de 2009

Avenidas con sabor extranjero

Por Gabriela Infante

El sol comienza a despedirse. Casi termina de iluminar las inmensas ventanas de los edificios de calle Apoquindo y en El Golf el movimiento recién comienza. Jóvenes de todas las edades caminan por Isidora Goyenechea a tomar un café, ir a comer a un restorán o visitar una tienda de ropa. Los más populares: Starbucks Coffee, Ruby Tuesday y North Face. ¿De dónde salieron esos nombres?

¿Cofi o Coffee? Son una plaga. El Golf hace décadas perdió su esencia, esa refinada sutileza de la que años atrás era dueño. Las mansiones quedaron atrás. El color crema de las viviendas pasó a ser vidrio y metal y colores llamativos, cazadores de tantos distraídos que buscan un rato agradable. Son grandes cadenas multinacionales reconocidas tanto acá como al otro lado del mundo o simplemente pequeñas microempresas que buscan una distinción, con el toque extravagante que cada día es más familiar, el extranjerismo.

Estos conceptos están presentes en cada cuadra del sector y en la mayoría de los casos son en idioma inglés. Sospechosamente van ligados al desarrollo de ciertos países colonizadores de barrios como este, que buscan diferenciarse de forma apabullante, reducir la brecha de cercanía con Estados Unidos.

Rincón de tradiciones A la salida del metro El Golf y frente al edificio del banco Security, se encuentran pequeñas tiendas que entre tanto asfalto pasan inadvertidas. Imprenta, reparadora de calzado, taller de llaves y costura, confitería y tienda de baldosas son algunos de los bazares del lugar que años llevan desolados. Eugenia Riquelme, dueña del Taller de Costura que no tiene nombre, reclama la poca recurrencia de la gente a la galería. “Antes tenía más trabajo. Ya no me va bien, si ahora toda la ropa que compran, cuando se daña la botan y punto”, dice Kena como la conocen en el lugar.

Presunto extranjerismo

“Por una suerte de esnobismo, se pretende homologar lo extranjero. Con nombres de fantasía de origen inglés, pretende un estatus, un prestigio que a fin de cuentas es totalmente falso. Sutilmente desprecian nuestras expresiones aborígenes remplazándolas por las de un país desarrollado. Es por eso que Hiper market, llama más la atención que supermercado”, explica Emilio Infante, profesor de castellano y de Expresión oral y escrita del Colegio Liceo Alemán del Verbo Divino y de la Universidad Central respectivamente. Agrega también que en especial al barrio El Golf se le denomina coloquialmente Sanhattan, unión de Santiago y Manhattan, logrando admiradores por su conexión con el país desarrollado.

El poco valor por reciclar lo que nos pertenece es una costumbre de hoy. Nacidos en un mundo de plástico, las referencias del idioma inglés, son la supuesta salvación al subdesarrollo que nos ataca. Una solución con la consecuencia de cortar las raíces de la cultura chilena.

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