viernes, 28 de agosto de 2009

dulce niño

Prometí no hacerlo. Tu mereces mucho más que un espacio en este blog. Todo lo escrito antes no es ni una pizca tan importante como tú para mí. Las palabras ya no existen ... ¡he tirado tantas! Millones de frases sin respuesta, sentimientos inconclusos hasta que apareciste tú. Siempre tan como decirlo ... perfecto.
Ese día caluroso, que tome tu mano por las desalojadas calles del barrio universitario no imaginé que fueras mi tesoro. Descubrí un mundo a través de tus ojos, descubrí la verdad, lo que siempre esperé sin imaginarlo. Descubrí tu transparencia e incluso mis ganas de amarte.
Sigo escribiendo e insisto que no te lo mereces. Mis palabras se han desgastado, espero por un segundo que tengan mil veces más valor esta vez. Tu no mereces palabras y palabras, dichas una y otra vez. Tu mereces el mundo, mi dedicación, mis ganas de correr a abrazarte, mi corazón y todo lo que esté a mi alcance, porque con tantas historias en mi cuerpo, parece que recien empezó mi historia.
Me acabas de llamar, comienzan horas de cerrar los ojos y decirte cuanto te amo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

les deseo lo mejor

Paula Vargas Obregón dijo...

amor ..q linda palabra :)

me alegra verte (leerte) así
un abrazo.

Paula Vargas Obregón dijo...

pd:agrega mi new blog