miércoles, 17 de diciembre de 2008

Sin título

Un día como hoy, cierro los ojos y solo te veo a ti. Es que siempre ha sido igual, basta sólo una palabra para dejarme una herida en mi corazón. Como quisiera que te borraras pero dejando un recuerdo, no verte más pero imaginarte en mis sueños, que no me hables pero tener sólo un suspiro, porque únicamente una mirada tuya basta para embriagarme y caer en un pozo, donde las mariposas fluyen por todo mi cuerpo, sin embargo, al llegar al suelo quedo agonizando.
No me ates, déjame respirar, que la función debe continuar. No me mires, que tus ojos son ese pozo del cual no puedo salir. No me hables que tus palabras retumban como truenos en mis oídos.

martes, 16 de diciembre de 2008

rayito de sol

Y ya me vez (en verdad no), creías que estaría tirada en el suelo llorando por ti, pero a ti te encantaban mis sorpresas, romper esquemas no? Y aquí estoy, imaginando que será de ti ahora, en esta noche que por una extraña razón me dieron ganas de despedirme una vez más. Se dieron vuelta los papeles (uy cuidado que podrías humillarte) pero, repito, te descoloqué. A pesar de todo no creas que aun no te pienso, han habido noches de desvelo como esta que tu presencia (más bien tu ausencia) ha sido intensa, pueden caer algunas lagrimas recordando, pero jamás añorando. Tu eras un mundo para mi, sabías como hacerme llorar y hacerme reir, no es tu indiferencia sino tu recuerdo una vez más lo que me hace tener este nudo en la garganta. Ya no hay rabia, pero no se va el rencor, sin embargo lo que mas agradezco a Dios es que rápidamente me acoste en el pasto a ver nubes y nubes y de la nada apareció un rayito de sol.